Hoy está muy de moda eso de “amor sin compromiso”. En una sociedad en la que el compromiso falta en muchas facetas de la vida, también es común en el terreno amoroso.
Me encuentro constantemente este caso: “Estamos genial, es mejor que lo mantengamos así, sin etiquetas y sin que nadie lo sepa; lo nuestro es tan especial que no lo van a entender y se puede estropear”. “Es que estoy en un momento complicado y no quiero tomar decisiones de este tipo”.
Quien mantiene una relación con una persona que evita el compromiso, siente incertidumbre, inestabilidad y desconfianza ante un vínculo tan poco sólido. Esos no son componentes del verdadero amor.
El problema es que quien está enamorado y tiene deseo de compromiso puede llegar a olvidarse de sí mismo y centrarse en agradar a la otra persona, llegando incluso a justificar los motivos de su falta de compromiso.
ALGUNAS CAUSAS QUE LLEVAN A TEMER EL COMPROMISO
No siempre hay mala fe en este rechazo del compromiso (pero otras veces es egoísmo puro). Existen situaciones en el histórico de cada persona que llevan a las personas a tener esta actitud:
MALOS REFERENTES
Tener un mal concepto del compromiso por la referencia que tienen de la relación de sus padres.
EXPERIENCIAS ANTERIORES NEGATIVAS
Una mala experiencia anterior que extrapola a todas las relaciones y le hace pensar que tarde o temprano su historia saldrá mal. El temor le lleva a protegerse para no sufrir. Es muy difícil empezar una relación de amor con una persona que tiene heridas pendientes de curar.
PÉRDIDA DE LIBERTAD
Se puede asociar la idea de tener pareja con una pérdida de libertad asociada al compromiso. Hay que tener en cuenta que al comprometerse cada persona mantiene su individualidad y no es incompatible cuidar tu relación y relacionarte con tus amigos.
Aunque no se renuncia a las amistades, no se puede olvidar que el amor, además de privilegios tiene deberes y dos de ellos son: la fidelidad y la búsqueda del bien de la persona a la que quieres.
QUÉ HACER CUANDO LA OTRA PERSONA NO QUIERE COMPROMISO
NECESITÁIS HABLAR
Cuando tu pareja no quiere compromiso es necesario el diálogo. Valórate y analiza con sinceridad cómo te sientes y si la relación que mantienes colma tus expectativas.
Que quede muy clara la actitud que cada uno quiere adoptar, sin dejarte manipular. Si tú quieres un compromiso mayor y la otra persona no lo da, la ruptura es la única opción. No tiene sentido alargar la agonía. Si se arrepiente de haberte perdido, volverá y se implicará en un proceso de superación de su miedo al compromiso.
Y si no vuelve, hiciste bien al haberlo dejado, pues has acortado el sufrimiento.
MANTÉN FIRME TU DECISIÓN
Si no quiere compromiso y lo dejas, que tu decisión sea firme. Si no, se dará cuenta que «tonteando» un poco contigo o mandándote insistentes mensajes, acabarás cayendo. Corta la relación y además explícale que vas a hacerlo.
No preguntes ni revises sus Redes Sociales, no le escribas ni respondas mensajes por insistentes que sean, no pidas información suya… No te engañes… Un simple contacto puede activar sentimientos que no van más allá de una atracción física y esto, te puede confundir. Es recomendable explicar antes cómo vas a actuar; que no parezca por enfado sino por protección, para sanar tu herida.
Detrás del amor existe un compromiso real por parte de una pareja. Quien está enamorado de verdad quiere confirmar su amor, retenerlo a su lado y mostrarlo a los demás como suyo. Y si tiene un momento complicado, siempre se está mejor con alguien que acompañe tu sufrimiento. El que ama de verdad no lo quiere ocultar.
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